Querida oportunista:
Pensaste que podrías quitármelo, pero perdiste. Ahora él es mío y haré lo que sea para mantenerlo a mi lado.
¿No me crees?
Tengo todo lo que se suponía que iba a ser tuyo. Por si acaso te lo preguntas: no, él ya no piensa en ti.
No lo dejaré marchar… nunca.
La pelirroja